Estas vacaciones he estado con mi padre, que ha sufrido un infarto cerebral. Tiene 70 años y ahora no puede hablar y tiene paralizada la parte derecha del cuerpo.
Estamos luchando toda la familia por mejorar su calidad de vida, y la nuestra, por extensión.
Tal vez aquí los exoesqueletos pudieran servir de algo; aunque no los modelos actuales que conozco hasta ahora.
Feliz regreso al trabajo.
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He visto un modelo en una demostración en ASPAYM Valladolid de un exoesqueleto que quieren también adaptar a hemiplegia.
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